El consumo de café mejora la depresión

18 de junio de 2015

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Hay algunos trabajos clínicos que indican que el café tiene efectos positivos en pacientes depresivos. Además se sabe que la depresión deprime el sistema inmunitario, es por ello que los pacientes depresivos tienen más riesgo de padecer infecciones y cáncer.
Se acaba de publicar un trabajo realizado en ratas que parece demostrar el porqué de esta posible relación café-mejoría de la depresión. (Kaster MP et al Caffeine acts through neuronal adenosine A2A receptors to prevent mood and memory dysfunction triggered by chronic stress. Proc.Natl Acad Sci USA. 2015 Jun 8).

Intentaré explicar de forma sencilla lo que ocurre, ya que es bastante complejo. Desde hace años se conoce una enfermedad muy rara denominada “Deficiencia de ADA”, que afecta a una persona de cada 200.000-1 millón, y que produce una severa deficiencia inmunitaria; los niños afectados no suelen vivir más de dos años. La ADA es una enzima llamada Adenosin Desaminasa cuya función es eliminar la molécula llamada desoxiadenosina que es tóxica para los linfocitos y las células T, que son muy importantes en la regulación del sistema inmune. La desoxiadenosina se genera de forma natural en la regeneración del ADN, es tóxica y por esto el organismo tiene como defensa la enzima ADA. Desde hace años se conoce que los pacientes depresivos tienen niveles más bajos de ADA en relación a los que no sufren una depresión, y esto es precisamente lo que explica la relación entre depresión y más riesgo de infecciones y cáncer.
¿Cómo actúa el café? Según los hallazgos del trabajo citado, la cafeína es antagonista potente de los receptores de la adenosina en las membranas de los linfocitos y células T, es decir se une a estos receptores y evita, que se una a ellos la adenosina y desencadene los efectos tóxicos. Pero además de los mensajes que a través de los receptores desencadena la adenosina que afectan al sistema inmune, también se envían mensajes que desequilibran las concentraciones de los neurotransmisores glutamato y dopamina y de este desequilibrio nace la depresión. La cafeína al bloquear los receptores, también evita que se produzca el desequilibrio de neurotransmisores que provoca la depresión. Todo ello es complicado de entender, pero el mensaje parece sencillo: explica el mecanismo por el que la cafeína mejora la depresión que es el concepto que debe quedar.
Ahora bien el exceso de café también es malo. Recordamos que la cafeína se elimina en el hígado por la enzima CYP1A2 y hay personas que tienen cambios en el gen que la codifica y si debido a ellos, la enzima tiene menos actividad, estas personas si toman más de tres-cuatro tazas de café o similares al día (Coca-Cola, Red Bull etc) tendrán más riesgo cardiovascular tal como describimos hace poco en este blog, el 18 de marzo de 2015 (ver artículos relacionados).

El café puede demorar la aparición de una depresión, pero si toma demasiados y tiene unos determinados cambios genéticos en el gen CYP1A2, a 10 años vista puede tener tres o cuatro veces más, de accidentes cardiovasculares.
Consejo: Tome café si lo desea, pero sólo la cantidad que no le cause problemas de salud, de acuerdo con sus genes.
Dr. Juan Sabater-Tobella
European Specialist in Clinical Chemistry and Laboratory Medicine (EC4)
Member of the Pharmacogenomics Research Network

Presidente de EUGENOMIC®

Artículos relacionados:
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Café y diabetes tipo 2

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