Cannabis, productos naturales y cáncer

1 de febrero de 2018

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En un blog anterior, nos referimos a unas recomendaciones de la International Society of Pediatric Oncology, alertando de los efectos negativos que determinados tratamientos “naturales” pueden tener sobre la terapéutica del cáncer infantil.
El sábado 13 de enero, se celebró en Barcelona un congreso con el título: “Un mundo sin cáncer. Lo que tu médico no te está contando
Según el contenido del programa, parecía que presentaba alternativas naturales para el tratamiento del cáncer. El Colegio de Médicos de Barcelona, quiso evitar su celebración por no estar de acuerdo con el planteamiento expuesto. Sin embargo, finalmente se realizó.
Es obvio que unos hábitos de vida saludables, incluso tratamientos con determinadas plantas medicinales pueden ser adecuados. Pero un cáncer, debe medicarse según los protocolos aceptados internacionalmente, con los fármacos más convenientes.

Dar tratamientos a base de hierbas, extractos, zumos, aunque sean “naturales”, puede anular los efectos de la terapéutica o inducir que produzcan sustancias tóxicas.

En ningún caso deben administrarse productos, sin previo conocimiento de los oncólogos.

El ejemplo más clásico y general: Si a un paciente de cáncer, en tratamiento con quimioterapia basada en el efecto oxidante, por producir radicales libres, y se le dan productos naturales antioxidantes, -que son “buenos” en personas sin esta patología- , por ejemplo cúrcuma o arándonos rojos, se anulará en gran parte el efecto de la quimioterapia.
Algunos productos naturales o sus derivados, pueden tener efectos beneficiosos, pero hay que demostrarlo con datos científicos y ensayos, con el mismo rigor que se exige a un medicamento.
Actualmente en USA, grupos “pro Cannabis” están difundiendo y en muchos casos aplicando, el cannabis o productos derivados “para curar el cáncer”.
Ello ha obligado a la FDA a emitir un duro comunicado con fecha 1 de noviembre de 2017, para desmentirlo: «FDA warns companies marketing unproven products, derived from marijuana, that claim to treat or cure cancer«.
Los dos compuestos químicos más importantes del cannabis son el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD).
En nuestro cuerpo hay dos tipos de receptores de cannabinoides. El receptor CB1 está localizado principalmente en células cerebrales, es el que vehiculiza los efectos sedantes y adictivos. Y los receptores CB2 que están principalmente en células extracerebrales y muy especialmente en las relaciondas con el sistema inmunitario.
Desde hace muchos años se investiga sobre los efectos del cannabidiol. Se ha visto que no se une a los receptores CB1, por lo que no produce adicción y si lo hace a los CB2, que estimula el sistema inmunitario, entre otros efectos.

La OMS ha publicado un extenso informe, con fecha 10 de noviembre del 2017, en el que avala la utilización del cannabidiol en el tratamiento de la epilepsia, y da el visto bueno a su comercialización.

Están también muy avanzados estudios sobre la aplicación del cannabidiol en Alzheimer y Parkinson.
Es cierto que muchos fármacos son derivados de productos naturales.

Por tanto, productos naturales sí, pero siempre y cuando se haya demostrado su eficacia, con el mismo rigor que los protocolos que se exigen a los medicamentos.

Sin olvidar, que los principios activos de los productos naturales pueden interferir con fármacos que tome el paciente.
Motivo por el que se tienen que tener en cuenta como un fármaco más, al valorar si la medicación es adecuada al paciente, aplicando la Farmacogenética.
Dr. Juan Sabater-Tobella
European Specialist in Clinical Chemistry and Laboratory Medicine (EC4).
Member of the Pharmacogenomics Research Network.
Member of the International Society of Pharmacogenomics and Outcomes Research
International Delegate of the World Society of Anti-Aging Medicine.
Presidente de EUGENOMIC®
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