El 85% de los casos de cáncer de mama no son debidos a síndromes hereditarios sino a otros factores como pueden ser la terapia hormonal de reemplazo, obesidad, tabaco, alcohol, entre otros.

Además de éstos, teniendo en cuenta ciertos factores genéticos se puede predecir, según un modelo altamente validado, el riesgo de cáncer de mama esporádico.

Para tratar el cáncer, se estudian marcadores genéticos propios del tumor con el fin de proponer una terapia dirigida más específica y menos agresiva que la radioterapia.

Sin embargo, hay que asegurarse de que el paciente, en función de su genética, pueda tolerar el fármaco de elección o se necesiten modificaciones de dosis o medicamento. Es fundamental prevenir tanto los efectos adversos como el fallo terapéutico en cada paciente.