Cuando los pacientes tratados con medicamentos antidiabéticos, que basan su acción en inhibir la DPP-4, (los más utilizados), presentan dolor en las articulaciones, más frecuentemente dolor en rodillas, se recomienda considerar cambiar el antidiabético, por otro de diferente grupo farmacológico, antes que empezar el tratamiento con analgésicos.
El problema del dolor crónico, es el causado por una patología no transitoria y que no se soluciona. Un primer error que se suele cometer, es prescribir de entrada opioides, el paciente a corto plazo lo agradece, pero a largo plazo le puede resultar perjudicial.
Los medicamentos no son inocuos, tienen efectos secundarios y entre ellos pueden presentar diversas interacciones, de forma que uno “moleste a otro” de diferentes formas, desde provocar que alguno de ellos no tenga actividad (fallo terapéutico) o que no se elimine y se acumule (ocasionado efectos tóxicos), por lo que es conveniente cerciorarse de que la medicación administrada es compatible y no causará efectos adversos.
